Muchas las esperanzas en esta primera carrera del GT Open para el equipo español Teo Martin Motorsport donde compite el malagueño Fran Rueda, pero pocos los resultados conseguidos el fin de semana.
Todo se remontaba a los entrenamientos libres del viernes donde ya aparecieron unos problemas con los reglajes del coche que hacían que los neumáticos se acabaran después de solo cinco vueltas. Ese gran inconveniente lo iban a arrastrar en las dos carreras del fin de semana los BMW M6 oficiales que tiene el equipo, uno de los cuales pilota Rueda junto al sueco Bouveng. Y eso, unido a la falta de tracción en las curvas lentas, de las cuales hay muchas en el circuito de Estoril, sería una tortura para los ingenieros y una incomodidad para los pilotos, que no eran capaces de estar en el grupo de cabeza. Bien es cierto que Estoril es la pista que peor se adapta al BMW M6 y que en otras como Spa, la siguiente carrera, será otro cantar.
En la manga de 70 minutos del sábado la pareja de pilotos Rueda y Bouveng tuvo que lidiar con la rotura en carrera de un sensor que desactivó el ABS y el control de tracción de su BMW. Este inconveniente les pudo haber hecho abandonar pero aguantaron en undécima posición hasta el final.
En la manga de 50 minutos del domingo las cosas no fueron mucho mejor, con algunos toques a principio de la carrera y con los problemas de reglajes ya comentados, acabando al final en décima posición.
Gracias a los resultados conjuntos de las dos mangas, la pareja de hermanos Farnbacher, Dominik y Mario, de Alemania, consiguió llevar a su nuevo Lexus RC-F a la victoria en el fin de semana y, de paso, ser los primeros líderes de un campeonato impresionante por el nivel de pilotos y coches.
A finales del mes de mayo llega la segunda prueba en el mítico circuito belga de Spa-Francorchamps, quedando tiempo para intentar solucionar esos problemas técnicos al equipo y coche campéon del GT Open de 2016.