La edición número 43 del rallye Costa de Almería se presentaba como una ocasión en la que disfrutar para Manuel Maldonado y todo su equipo. Sin embargo, un problema estomacal convertía la prueba en todo un sufrimiento para el piloto almeriense que, pese a todo, lograba concluir el rallye en la quinta posición.
El rallye arrancaba el sábado por la tarde con una larga etapa compuesta por dos bucles de tres tramos cada uno. Tras completar la primera especial con el quinto mejor tiempo, pese a empezar ya a no encontrarse del todo bien, Maldonado lo pasaba realmente mal en lo que quedaba de jornada. Sintiéndose cada peor físicamente y llegando a vomitar varias veces en pleno tramo, el piloto almeriense sufría lo indecible para completar la etapa en la octava plaza de la general. Nada más dejar el coche en la asistencia, Manuel tenía que acudir al hospital, dónde recibía tratamiento para poder recuperarse mínimamente de cara al día siguiente.
El domingo, aunque no podía ingerir alimento alguno, Maldonado seguía adelante a base de suero y podía hacer las cuatro especiales de la segunda etapa en mejores condiciones, disfrutando algo del rallye junto a su copiloto en esta ocasión, Juan Fenoy. Dos buenos cronos en los dos últimos tramos le permitían, además, remontar posiciones para llegar a la meta en una quinta plaza más que meritoria después de lo acontecido la víspera.
En todo caso, el piloto almeriense lograba terminar el rallye y lo hacía, además, dando muestras de un extraordinario pundonor, ya que lo fácil hubiera sido abandonar en lugar de seguir adelante. Pero el trabajo del equipo y la gran cantidad de aficionados que seguían la prueba animaban a Manuel a hacer el esfuerzo de continuar en carrera para tener, por lo menos, la recompensa de poder celebrar junto a todos ellos la llegada a la meta final en Almería.